WASHINGTON — El gobierno de Biden está adoptando una actitud más pasiva que lo habitual durante una semana de dramática escalada entre Israel y los combatientes de Hezbolá en el Líbano, con altos funcionarios estadounidenses absteniéndose de realizar una diplomacia de crisis total por temor a empeorar las cosas.
La moderación pública se produce después de las explosiones de los buscapersonas y walkie-talkies del grupo y de un ataque aéreo israelí contra un importante operativo de Hezbolá en Beirut, que amenazan con desencadenar una guerra total entre Israel y sus enemigos en Oriente Medio y arruinar las ya vacilantes negociaciones para un cese del fuego en el conflicto de Hamás en Gaza.
La escalada se produjo incluso cuando dos funcionarios de la administración Biden hicieron escala en la región esta semana para pedir calma. Esto refuerza la impresión de que el gobierno de extrema derecha del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, está prestando cada vez menos atención a los esfuerzos de mediación de su aliado clave, a pesar de depender de Estados Unidos para obtener armas y apoyo militar.
“Estados Unidos parece un ciervo deslumbrado por los faros de un coche en este momento”, dijo Brian Katulis, investigador principal de política exterior estadounidense en el centro de estudios Middle East Institute de Washington. “En términos de palabras, hechos y acciones… no está impulsando los acontecimientos, está reaccionando a ellos”.
No ha habido ningún contacto público de Estados Unidos con Netanyahu desde que el alto funcionario de la Casa Blanca, Amos Hochstein, visitó Israel el lunes para advertir contra la escalada de violencia. La primera oleada de explosiones de artefactos, de las que se culpó ampliamente a Israel, que no reconoció la responsabilidad, se produjo al día siguiente.
Y las negociaciones del alto el fuego en Gaza estaban en un punto tan delicado que el secretario de Estado Antony Blinken sólo visitó Egipto en un viaje a la región esta semana porque viajar a Israel en apoyo de un acuerdo podría hacer que Netanyahu dijera algo que socavara la mediación liderada por Estados Unidos, dijeron funcionarios estadounidenses.
Cuando se le preguntó si Estados Unidos todavía tenía esperanzas de llegar a un acuerdo en Gaza, que el gobierno considera crucial para calmar el conflicto regional, el presidente Joe Biden dijo el viernes que sí las tenía y que su equipo estaba presionando para lograrlo.
“Si alguna vez dijera que no es realista, mejor nos vamos”, dijo Biden a los periodistas. “Muchas cosas no parecen realistas hasta que las hacemos. Tenemos que seguir intentándolo”.
Mientras tanto, la Casa Blanca y el Departamento de Estado se han negado a hacer comentarios públicos sobre los dispositivos de Hezbolá que explotaron el martes y miércoles, matando al menos a 37 personas e hiriendo a miles más, incluidos civiles, en lo que los analistas creen que fue una operación de inteligencia israelí altamente sofisticada.
Tampoco quisieron ofrecer ninguna evaluación de un ataque aéreo el viernes en una zona densamente poblada de Beirut -el ataque más mortífero de su tipo en la capital del Líbano en años- en el que murió un comandante de Hezbolá. El ejército israelí dijo que otros 15 agentes también murieron. El Ministerio de Salud del Líbano dijo el sábado que el ataque mató al menos a 31 personas, incluidas siete mujeres y tres niños.
Netanyahu y Hamás han seguido rondas anteriores de acercamiento diplomático directo con Estados Unidos con una retórica encendida o ataques sorpresivos que Estados Unidos considera como un retroceso en el esfuerzo por una tregua.
Blinken pareció citar las explosiones de buscapersonas como el último ejemplo de ello.
Cuando los mediadores parecen avanzar en un acuerdo sobre Gaza, a menudo hay un “incidente, algo que dificulta el proceso, que amenaza con ralentizarlo, detenerlo, descarrilarlo”, dijo Blinken en Egipto, en respuesta a las preguntas de los periodistas sobre los ataques con buscapersonas.
Es posible que Netanyahu mantenga contactos de alto nivel cuando viaje a Nueva York para la Asamblea General de la ONU que se reunirá la semana próxima con los líderes mundiales, dijeron funcionarios estadounidenses con conocimiento de las conversaciones que hablaron anónimamente para analizar la estrategia de la administración. Pero los funcionarios también reconocen que la situación se ha vuelto tan precaria que adoptar una postura pública, ya sea firmemente a favor o en contra de Israel, probablemente haría más daño que bien.
En Washington, el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, desestimó la pregunta de si los meses de visitas de la administración Biden a Oriente Medio sin un acuerdo de alto el fuego que mostraran estaban haciendo que Blinken y otros funcionarios parecieran “muebles” en las capitales regionales.
“Hasta ahora hemos tenido éxito en evitar que se convierta en una guerra regional total”, dijo Miller, y atribuyó el mensaje de Estados Unidos (a veces a través de intermediarios) a Irán, a sus aliados milicianos en la región y a Israel.
La administración Biden señaló que el secretario de Defensa, Lloyd Austin, ha estado en contacto esta semana con su homólogo israelí, Yoav Gallant. Sin embargo, se dice que el puesto de Gallant está en peligro.
Los críticos acusan al gobierno de impulsar un acuerdo sobre Gaza que no ha logrado el apoyo de las partes en conflicto y que ha sido superado por el crecimiento del conflicto. El gobierno podría hacer más por la vía diplomática, por ejemplo trabajando más arduamente para que los países de Oriente Medio intensifiquen la presión sobre Israel, Irán y sus aliados para que detengan los combates, dijo Katulis, analista del Middle East Institute.
Los funcionarios estadounidenses rechazaron las afirmaciones de que han renunciado a un cese del fuego en Gaza o a impedir que el conflicto se extienda a una guerra total en el Líbano.
“Seríamos los primeros en reconocer… que no estamos más cerca de lograrlo de lo que estábamos hace una semana aproximadamente”, dijo el viernes el portavoz de seguridad nacional, John Kirby.
“Pero nadie se rendirá”, dijo Kirby, y reiteró que Estados Unidos estaba trabajando con otros mediadores, Qatar y Egipto, para elaborar una propuesta final sobre Gaza que presentar a Israel y Hamás. “Seguiremos trabajando duro. Seguiremos intentándolo”.
El periodista de Associated Press Aamer Madhani contribuyó a este informe.
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